Desde hace un par de meses estamos observando un fenómeno casi novedoso en nuestro municipio: pancartas, discursos, comentarios, terminaciones de obras, etc, en un tiempo record. Se nota que estamos en un periodo electoral y que nadie quiere perderse el hecho de salir en la foto final. Todos los candidatos juegan sus bazas.
Cuando pase mayo, se caerá en el letargo invernal, ya nadie se acordará de las promesas de unos y otros, de la crisis, de lo realizado en estos años. Sólo habrá presente, y así hasta que falte otros dos meses para las siguientes elecciones.
Ante esa tesitura, me hago varias preguntas: ¿qué sentido tiene elegir a 13 representantes, si luego la minoría ocupa un puesto testimonial? ¿será el primer pleno, entre otras cosas, para ponerse los sueldos?. Si una idea es buena para el municipio ¿por qué se aprueba o rechaza si viene del partido tal o cual? ¿para cuándo las listas abiertas y que se elija directamente a los mejores de cada partido? ¿para cuándo la reforma de la ley electoral? (ya que aunque se diga que cada voto es igual, no es cierto).
Se trata de decidir quiénes gestionarán los destinos de nuestro pueblo durante otros cuatro años. Si se analiza el programa electoral de cada partido político que concurre a estas elecciones en Bonares, no hay muchas diferencias, es más, considero que hay muchos más puntos que les une, si bien se siguen directrices desde arriba marcados por la cúpula de los partidos políticos.
Como aspectos a destacar desde mi punto de vista, en relación al PSOE, como aspectos positivos ha sido la experiencia en la gestión, los cafés por barrios, y un líder “estratega”. Menos positivo es quizás, cierto “relajamiento” e inercia de que hagan lo que hagan tienen la victoria asegurada, y el hecho de caer en la rutina y la falta de transparencia en ciertos aspectos de la gestión municipal. En cuanto al PP destaco la fuerza con la que se presenta Pedro con un grupo renovado, así como la promesa de no cobrar del erario público como alcalde. Como debilidad resalto la falta de una oposición que haya trabajado constantemente estos cuatro años, y la escasa cercanía con el ciudadano. Por último, respecto al PA presenta un líder renovado y con las ideas claras, acompañado de un grupo de personas novedosas. Dificultades han tenido durante la campaña electoral, con poca presencia ante la ciudadanía.
En definitiva, estamos ante la esencia de la democracia, elegir a nuestros representantes públicos, elegir nuestro destino y decidir quiénes gestionarán el dinero público. Pase lo que pase, tendremos lo que nos merecemos, es decir, lo que diga el pueblo.
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